Odio el tenis pero soy el campeón del mundo
“Tengo siete años y detesto el tenis, lo odio con toda mi alma, y sin embargo sigo jugando, sigo dándole a la pelota toda la mañana, y toda la tarde, porque no tengo alternativa. Por más ganas que tenga de parar, no lo hago. Sigo suplicándome a mí mismo parar, y en cambio sigo. Y …