Asfixiados o parados: nuestra paradoja laboral

Hoy es martes por la mañana. Entre aleatoriamente en una oficina y pregunte al primero que encuentre cómo lleva el día. ¿Qué respuestas oirá? La mayoría van sacando la lengua, se ven saturados de trabajo y con poco tiempo para realizarlo, ni siquiera para saludarte. ¿Qué opinarían los jefes de esos empleados asfixiados?