Utilizamos cookies propias y de terceros para medir y obtener datos estadísticos de la navegación de los usuarios a partir de sus hábitos de navegación, así como para habilitar las funcionalidades del sitio web. Al hacer click en aceptar, consientes el uso de todas las cookies.
Ver Política de Cookies
Cuando sería mejor que el jefe no opinara. Soy un joven profesional sanitario, recién titulado, que estoy ayudando a los cribajes masivos en el área metropolitana de Barcelona. Un trabajo estresante, rápido, intenso. Procuro hacer mi trabajo con la máxima competencia, delicadeza al meter el palito en la nariz y algo de simpatía e interés por las personas. No sólo para los pacientes sino también por los sanitarios colegas míos. Pues bien resulta que uno de mis jefes ha dado un informe negativo de mí, descartándome para futuras contrataciones: «el paciente no es su prioridad». ¿De dónde se ha sacado esta conclusión?
Tengo mis dudas sobre si es bueno que los empleados tengan siempre una sonrisa en la cara. Me explico. A pesar de estar en tiempo de pandemia y recursos escasísimos, me animé a contratar por unas horas una persona que viniera a ayudar en casa, en tareas como la limpieza. Amabilidad y buen rollo desde el minuto cero, que por supuesto que encantada de hacer esto o aquello. Qué ella sabe, que ningún problema, que «usted descanse». He encontrado un diamante. Lástima que -pequeño detalle- haya acabado limpiando lo que no tenía que limpiar, desordenando lo que no tenía que tocar y dejando sucio lo que tenía que limpiar. Pero reconozco que son minucias… creo que la voy a volver a contratar… ¿Es tan importante que el empleado sonría en todo momento?
Acá en México parece que la revolución slow fue mal entendida y no tenemos fecha de conseguir un libro de manera física 🙁 el envío es muy lento ….
Muy a mi pesar (disfruto mas los libros en papel que se pueden «tocar»), tendré que conformarme con la versión electrónica, mientras tanto; me llevo en mente la reflexión de que tan slow podemos ser en esta época de pandemia. PMM se ha destacado por reaccionar de forma muy veloz para atender esta emergencia sanitaria: no nos ha dado tiempo de respiros… y parece que vamos bien. ¿Será que la gestión sin prisas solo puede aplicarse en ciertas situaciones?
¡Envío un enorme abrazo!